Como parte del programa de otoño de Xochi, iniciamos el Club de Lectura con la participación de mujeres de muchas partes de América Latina.
Algunas viviendo en Berlín desde hace muchos años, otras recién llegadas, formamos un grupo comprometido con diferentes generaciones de mujeres. La moderación estuvo a cargo de Alexandra, Aurélia y Liara, y todo el grupo hizo que el espacio fuera muy participativo.
Una de las formas que elegimos para hablar de literatura fue compartir escritos que estábamos leyendo a solas, dándonos cuenta de que el texto muchas veces se transforma cuando escuchamos opiniones diferentes y que este intercambio es muy valioso.
De este modo, conocimos nuevas autoras, libros, poemas, textos y formas de estar en el mundo de la escritura. También elegimos autoras y un representante para presentarlos al grupo, contando su biografía y leyendo fragmentos de sus textos.
Los debates que se iniciaban a partir de un texto iban más allá de la obra en cuestión y a menudo nos llevaban por la experiencia migratoria, la importancia de valorar a las escritoras, las diferencias y similitudes culturales entre nuestros países de origen, Alemania y los territorios afectivos que habitamos. También hablamos de sabores, encuentros y relaciones con mucha emoción y risas. Otro bonito gesto fue que fuimos juntas a otros eventos en la ciudad, visitando bibliotecas y eventos literarios en Berlín.
Conceição Evaristo, Gioconda Belli, Isabel Allende, Gabriela Miravete, Mercedes Halfon, Juliana Abaunza, Rigoberta Menchú fueron algunas de nuestras compañeras de viaje.
Haciendo hincapié en la importancia de sacar nuestras ideas y voces al mundo, Xochi abrió una convocatoria para un concurso literario que se fallará a principios de 2025. Las reuniones de grupo también se orientaron en este sentido, con ejercicios y provocaciones para fomentar la escritura, invitando a las participantes a familiarizarse y adquirir confianza con el ejercicio de escribir.
Las reuniones fueron de la mano de los cambios climáticos en la ciudad. Berlín se volvía más fría, y el espacio se hacía cada vez más cercano, íntimo y acogedor para las tardes de los miércoles. Al acercarse el final del año, hicimos una pausa en el Club con el deseo de continuar el intercambio de referencias e ideas el año 2025 y seguir construyendo un espacio acogedor, seguro y cariñoso bañado por las aguas de la literatura.